jueves, 31 de mayo de 2012

La muerte y el pulpo

Habéis visto  la película japonesa llamada“Despedidas de Yoijro Takita?
 
Esta película ha ganado el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa 2009 y ha sido galardonado con 10 Premios de la Academia de Cine de Japón.
Cuenta la historia de Daigo Kobayashi, un dedicado violonchelista cuya orquesta acaba de ser disuelta dejándolo en el paro. Daigo decide regresar a su antigua ciudad natal con su esposa para buscar trabajo y empezar de nuevo. Responde a un anuncio titulado "Salidas" pensando que es un anuncio de una agencia de viajes, para después descubrir que el trabajo es en realidad para un "Nokanshi", un profesional que prepara los cuerpos de los fallecidos para su entierro y la entrada en la próxima vida. Mientras que su esposa y otros desprecian su trabajo, Daigo va tomando un cierto orgullo por éste y comienza a perfeccionar el arte de "Nokanshi.

Me gusta mucho esta película. Recuerdo una escena en la que la esposa de Daigo, se asusta porque el pulpo que iba a cocinar estaba todavía vivo. Resulta evidente que ella no imaginaba que se iba a encontrar su cena con vida, y esto la sorprendió. Incapaces de darle muerte por sí mismos, deciden devolverlo al agua, pero se dan cuenta inmediatamente después de arrojarlo que ya era demasiado tarde para el pulpo. Así que ni pudieron salvar su vida, ni ya que estaba muerto, salvar la cena.

Ya que la muerte es un tema fundamental en la película, esta escena llamó mi atención especialmente. La esposa del protagonista principal, no podía soportar la idea de que su marido volviese a casa después de que sus manos hubiesen tocado cuerpos sin vida. Pero ella se asustó de la vida misma. Esperaba y habría deseado tocar el pulpo sin vida, no con ella.

Si lo pensamos un poco, llama la atención; es algo en lo que pensar, ¿verdad?.

Vivimos en un mundo donde los vivos son los seres predominantes, por supuesto que todos tenemos algún ser amado que ya ha muerto, y lo recordamos con cariño y ternura, pero son nuestros muertos, están vivos en nuestro interior.
Es curioso como cuando los muertos no tienen relación con nosotros los vemos como muertos, simplemente. Preferimos entonces tener el mínimo contacto con ellos.

Según la religión autóctona de Japón, el shintoísmo, los seres humanos somos hijos de los dioses shintoístas. Al finalizar nuestra vida, nuestra función en la tierra, regresamos al mundo divino del que procedemos, independientemente de si hemos sido lo que éticamente llamamos buenas o malas personas,  para reunirnos con nuestros antepasados. Y desde ese mundo observamos a nuestros descendientes que nos recuerdan en sus oraciones.
Existe pues en la religión shintoísta un fuerte nexo entre el mundo de los vivos y de los muertos, podemos decir que no hay separación entre ellos.
Se dice que desde el momento de la muerte hasta el regreso al mundo de los antepasados, hay un plazo de casi un año. Podemos pensar que es un nuevo nacimiento, un parto en otro mundo.

Y volviendo a nuestro pulpo, seguro que la mujer no tenía en mente hacer con él un exquisito “Pulpo á feira”,  a pesar de que esa forma de prepararlo ya es conocida en Japón. Si yo fuera ella prepararía lo que en Japón se conoce como Takoyaki.

 El takoyaki  se hace en forma de bolas (del tamaño de la de Ping Pong). Se asan en un tipo de plancha de hierro con huecos en forma semicircular.

 Las bolas están hechas con una base de masa de harina de trigo líquida que con el fuego coge consistencia. Luego se condimentan con salsas. Estas bolitas están ligeramente tostadas, dentro se encuentra el pulpo, que contrasta con la suave textura de la harina.  Es exquisito, si te comes uno, seguro que no puedes parar. 

Pues adelante! Disfrutemos de nuestro takoyaki, disfrutemos también de cada uno de nuestros días en este mundo, recordemos a nuestros antepasados y seamos felices en honor a ellos. 

domingo, 13 de mayo de 2012

Taller de Mayo

Muchas gracias por haber venido a mi taller de cocina japonesa.
Esta es la foto del taller de cocina japonesa casera, y
esta es la del taller de Sushi. Gracias por el agradable tiempo que he pasado con vosotros. Saludo a todos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

La Cenicienta verde.

Supongo que alguna vez todos nos hemos “picado” con esas en principio inocentes plantitas llamadas ortigas. Y todos nos hemos acordado de la madre de la dichosa plantita mientras frotábamos la parte picada, con la intención de que nos pasara ese terrible picor.
Siempre que vemos una ortiga nos acordamos de ese efecto urticante y escapamos de ellas como movidos por un resorte.
Pues bien, ¿y si os digo que quizás la próxima vez que estéis frente a una ortiga la veréis de un modo absolutamente diferente?
Os presento a la ortiga. Una planta absolutamente increíble por lo beneficiosa que puede llegar a resultar.

Atentos y paciencia ante la larga lista de beneficios de nuestra ahora queridísima amiga.

Propiedades Medicinales

Estimulante del aparato digestivo y antidiarréica además de diurética: protege el hígado y ayuda a su recuperación en caso de enfermedad hepática. Favorece la función biliar. Los ácidos caféico, linoléico y oléico intervienen en su poder hepato-protector. Aumenta las secreciones y favorece los movimientos peristálticos, por lo que contribuye a favorecer la digestión, ayudando al estómago, y a la eliminación de las heces del intestino, por lo que se puede considerar como un laxante suave (infusión de dos cucharadas de hojas secas por litro de agua, tomar tres veces al día antes de las comidas).
La riqueza en taninos, especialmente en la raíz, la hace adecuada en el tratamiento de la diarrea (decocción de la raíz seca durante 10 minutos. Tomar 3 tazas al día).
Favorece la eliminación de líquido en el cuerpo, por lo que resulta interesante no solamente en caso de obesidad, sino también en aquel conjunto de dolencias que mejoran con la eliminación de agua y la consiguiente eliminación de toxinas y especialmente el ácido úrico; enfermedades circulatorias, hepáticas, piedras en el riñón, gota, artritis, artrosis, reumatismo, etc. (decocción de la raíz seca durante 10 minutos. Tomar 3 tazas al día, infusión de dos cucharadas de hojas secas por litro de agua. Tomar tres veces al día antes de las comidas).

Hemostática: detiene las hemorragias y previene el flujo descontrolado de la sangre. Muy adecuada para tratar las hemorragias nasales, la hemofilia y los trastornos de la menopausia (zumo de la planta fresca, obtenido machacando la planta y tamizando la pulpa. Tomar media taza al día, dividida por la mañana y por la noche).

Anti-arteriosclerótica: su riqueza en clorofila le confiere propiedades circulatorias en el tratamiento de la arteriosclerosis y en la mejora de la circulación sanguínea (el tratamiento anterior con zumo resulta adecuado).

Antidiabética: rebaja el nivel de azúcar en la sangre y previene o ayuda a combatir la diabetes (hervir un puñado de ortiga en agua y tomar 3 veces al día).

Antianémica: por su alto contenido en hierro se hace ideal en la curación de la anemia. Se puede utilizar como una verdura más, para realizar caldos vegetales, combinada con otras verduras o realizar infusiones con una cucharadita de planta seca por vaso de agua (tomar 3 vasos al día).

Galactógena: incrementa el caudal de leche en las lactantes (tomar caldo vegetal, realizado con ortigas y otras verduras)

Anti-prostática: las infusiones de hojas de ortiga seca son un diurético muy importante, los esteroides del extracto de la raíz actúan directamente sobre la hipertrofia prostática benigna al aumentar la cantidad de micción diaria, relajar la vejiga urinaria e inhibir el crecimiento de esta glándula (la dosis se estima en unos 240 mg diarios repartidos en dos tomas diarias).

Alzheimer: favorece la formación de estrógenos que mejoran el estado mental de los enfermos de alzheimer. La ingestión de estas hierbas en forma de verdura puede beneficiar el comportamiento y reducir los episodios depresivos de estos enfermos.

Impotencia: aumenta la potencia sexual, siendo muy útil en los casos de impotencia (decocción de 15 gramos de raíz fresca por litro de agua, beber 3 tazas diarias).

Alimentario: Las ortigas pueden constituir un alimento excelente, cuando se preparan como una verdura más o en combinación con otras verduras y hortalizas, como las espinacas o las patatas. Para ello se deben recoger y dejar reposar durante medio día. Luego, al guisarlas, ya no pican, al eliminarse el ácido fórmico que contenían cuando estaban frescas. Son muy ricas cuando las hervimos o las comemos en tortilla y aportan todas las propiedades medicinales vistas anteriormente.

Cosmético: Son muy beneficiosas para el cuidado de la piel, proporcionando a esta una fina textura, al eliminar imperfecciones, como granos, eczemas, herpes, acné, etc. (verter un puñado de ortigas secas en el agua del baño) otros tratamientos internos pueden acarrear la misma finalidad: decocción de un puñado de ortigas por litro de agua, dos o tres tazas diarias. Comer las ortigas en verdura, hervidas junto a espinacas. Tomar la cantidad que se desee. Zumo de ortigas.

Tratamiento capilar: Se ha probado su efecto regenerador del cuero cabelludo, así como su capacidad para combatir la caspa, seborrea y otras alteraciones relacionadas con la caída del cabello (maceración de 100 g de ortiga y romero secos en 1 litro de anís durante 15 días. Hacer fricciones sobre el cuero cabelludo por la mañana y antes de irse a dormir).

Ciática: La realización de un baño en donde se ha añadido un litro de infusión de ortiga relaja el nervio ciático y disminuye el dolor.

En la medicina científica también se ha comprobado una cierta acción de los preparados de ortiga contra la artritis.

Seguro que ahora veréis a la ortiga con ojos diferentes.
Pero recordad que sigue siendo urticante mientras no se cocine. No os dejéis llevar por vuestra nueva opinión, nada de revolcaros sobre ella. Antes debéis preparla para el consumo responsable.
Nada de recolectar toda la que encontréis, coged sólo la que necesitéis, ¿de acuerdo?.

Disfrutad de vuestras ortigas!!!!