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encontramos todo tipo de comentarios sobre gran variedad de temas.
Una de mis amigas tenía en su
Facebook un cuadro de Kawase Hasui. ¡Qué hermosa sensación!, ¡Qué recuerdos
dormidos se abalanzaban sobre mi mente!!.
Kawase Hasui fue unos de los más
grandes artistas del grabado japonés, nació a finales del siglo XIX y murió a
mediados del XX.
Me encantan sus cuadros. Me da la
impresión de que es un cuento, una poesía más que una pintura.
Concretamente cuando veo el cuadro
de las dos mujeres sobre el estanque de lotos, tengo la sensación de poder percibir
la voz susurrante entre ellas.
Kawase Hasui aprendió pintura
japonesa, pero también fue influido por la occidental, algo que ocurría con todos los artístas que vivieron aquella época.
En la cocina pasa lo mismo, hubo una
gran influencia de Occidente.
La cocina occidental entró en Japón
a mediados del siglo XIX, siempre adaptándose a los sabores y tradiciones de la
gastronomía japonesa.
La receta de poteto korokke,
es un claro ejemplo de la popularización de estos
platos occidentales con toque japonés en la gastronomía nipona.
Aquí os dejo cómo debéis hacerlo.
Ingredientes:
4 patatas medianas
120g de carne de ternera picada
1/2 cebolla finamente cortada
1 zanahoria finamente cortada
1 huevo, sal y pimienta al
gusto
Aceite vegetal para freír
Harina y Panko o pan rallado
*Shiokoji, dos cucharas grandes
1. Pela y corta las
patatas en trozos medianos. Hierve en abundante agua las patatas hasta que se
ablanden.
2. Escúrrelas y tritúralas mientras
aún están calientes.
3. Saltea la cebolla, la
zanahoria y la ternera en una sartén.
4. Mezcla el puré de patatas,
la cebolla y la ternera en un tazón. Salpiméntalo y deja que se enfríe.
5. Una vez frío haz bolas, aplánalas y dales forma oval, no muy grandes.
6.Cubre cada bola con harina. Pásala
por el huevo batido, y seguidamente rebózala en el panko o pan rallado.
7.Fríe en aceite bien caliente (unos 180º) hasta que se doren. Servir con salsa Tonkatsu o mezclando Ketchup con salsa
Worcester.
Si usas shiokoji en vez de sal, sale
mucho más cremoso y rico (echar dos cucharas grandes en el proceso 4), recuerda que el shio koji aparte de potenciar el sabor, descompone el hidrato de carbono. En este caso no hace falta echar sal.
Y
ahora mientras paladeas el sabor del Korokke, te invito a contemplar más obras
de Kawase.
Que
lo disfrutes!!